lunes, 30 de mayo de 2011

Hasta que pase la tormenta.

Un día cualquiera puede amanecer nublado y de repente ponerse a llover. Hay veces que piensas que nunca terminará de llover hasta que cuando menos te lo esperas empieza a tronar. Cada trueno acompañado de su rayo, el cielo ennegrecido continúa así durante unos minutos, a veces horas, pero también pueden ser días. Piensas que ojalá deje de llover, de tronar y de relampaguear, pero por más que lo desees no puedes pararlo así porque sí. Pero todo llega a su fin y de entre todas las nubes sale el sol, un sol que sin él no vivirías, ni tú, ni nadie. La tormenta concluye y va a otro sitio dejando un día despejado.

Al fin y al cabo no todo es tan diferente y todo tiene una gran conexión. Cuando tienes un día malo piensas que jamás acabará y a veces contra más quieres que termine, más cosas malas te suceden,por lo que peor lo pasas. Pero al final sin darte cuenta todo se despeja, cambias, lo asumes y sale el sol, aquel que te ayuda a salir adelante. Aunque a veces el sol esta tapado y lo tienes que encontrar. No puedes agachar la cabeza y continuar como si nada; ¿te arrepientes? continuamente, pero hay que seguir adelante porque otra tormenta puede llegar, incluso un mal temporal. Tienes que seguir porque el pasado es pasado y pasado está. Y aunque esté pasado no tienes porqué olvidar-lo porque te muestra a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario